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– ¿Qué es el “Aura” o los “cuerpos sutiles”?

Según la definición del diccionario de la Real Academia Española: el aura es un viento suave y apacible, hálito, aliento, soplo de “vida”, o el halo que algunos dicen percibir alrededor de determinados cuerpos y del que dan diversas interpretaciones.

La tradición espiritual india, que cuenta con más de cincuenta siglos de antigüedad, habla de una energía universal denominada Prana, considerada el constituyente básico y la fuente de toda la vida. El Prana o hálito vital fluye por todas las formas, a las que ha dado vida. En el tercer milenio a.C., los chinos ya propugnaban la existencia de una energía vital a la que denominaban “Qi”, y todo, absolutamente todo en la manifestación, está compuesta de este Qi. La Cábala, teosofía mística judía surgida alrededor del año 538 a.C., denomina a esta misma energía luz astral.

En la iconografía religiosa  cristiana, Jesús y otras figuras espirituales aparecen rodeados por campos luminosos. El Antiguo Testamento, también contiene numerosas referencias a la luz que rodeaba a la gente y la aparición de luces, pero estos fenómenos perdieron su significado original con el transcurso de los siglos. En su obra Future Science, John White relaciona 97 culturas distintas en las que el fenómeno “aural” recibe otras tantas denominaciones diferentes.

Muchas enseñanzas esotéricas (como las de los antiguos textos védicos del hinduismo, los teosófos, los rosacruces, los miembros de la Native American Medicine People, los budistas tibetanos e indios, los budistas Zen japoneses, madame Blavatsky y Rudolf Steiner, por citar sólo unas pocas) describen detalladamente el campo energético humano. Y en fechas recientes, muchas personas con formación científica moderna han sido capaces de añadir observaciones sobre un nivel físico concreto. Ha habido una serie de experimentos que demuestran que el campo “aural” posee propiedades que permiten pensar que su naturaleza es, a un tiempo, particulada como un fluido y energética como las ondas luminosas.

– ¿En qué consiste la armonización energética?

La armonización energética es una técnica que consiste en hacer unos “pases” con las manos, por así decir, en el aura de la persona (por supuesto, entendemos que todo en la creación tiene un aura), con la intención de equilibrarla y procurar que vaya encontrando esta armonía en todos los ámbitos de su vida. Me refiero al equilibrio y armonía a nivel emocional y mental, lo que evidentemente, va a afectar al cuerpo físico, y porque no, ayudar a la persona, si así lo desea, a avanzar en su camino espiritual.

Por aura entendemos esos campos energéticos que rodean al ser vivo, lo nutren, lo vivifican y portan toda la información de quién y qué es cada uno, y de su historia personal (su linaje etc.,). De hecho unos estudios bastante recientes, por parte de científicos rusos,  han determinado que este “aura” o “biocampos”, como algunos también han llamado, provienen del mismísimo ADN. Es el ADN que contiene toda la información y la irradia hacia fuera.

Gracias a nuestra “aura” o campos energéticos podemos recibir información, no sólo de nosotros mismos, sino de los demás y de lo que nos rodea.

– ¿Qué diferencia hay con el “Reiki”, sí es que la hay?

Aunque en la base de todas estas técnicas, ya bien sea Reiki, Sanación Universal, Reconexión, etc., hay un denominador común que es procurar el equilibrio de la persona, la “armonización energética” difiere un poquito, ya que en mi opinión, no sólo consiste en tratar a la persona aplicando las manos en puntos concretos, sino que trabaja directamente con los distintos cuerpos sutiles -y su información- y la anatomía energética del cuerpo humano, que consiste en un entramado complejo de canales (según la Medicina Tradicional China), nadis y chakras, etc., Además, en la “armonización energética” hay otros tratamientos que están incluidos, como son la intervención del corazón y timo, canal central (energéticamente hablando), para liberar emociones cristalizadas, etc.

–  ¿Cura la armonización energética, y qué diferencia hay entre curación y sanación?

Primero de todo me gustaría puntualizar la diferencia entre ambas: curar significa restablecer el equilibrio en el cuerpo físico, es decir, la salud física. Y sanar significa reestablecer el equilibrio emocional y mental, que evidentemente, redunda en lo anterior, pero no tiene porque ser así necesariamente. A veces, en casos de enfermedades físicas, no siempre se restablece la ansiada “salud física” después de recuperar la “salud” emocional y la paz espiritual. Aquí de nuevo, tenemos que contemplar el “camino particular” de cada Alma en concreto.

Así que cuando estamos hablando de sanación nos estamos refiriendo realmente a sanar nuestras emociones y por ende, estar en paz con notros mismos, y por lo tanto, con los demás y el mundo. Se podría decir que en ese estado de equilibrio uno puede Amar de verdad, porque sabe y siente en su interior, que todo forma parte de lo mismo, que nada está separado. Ya no es una hermosa “teoría”, sino una realidad de hecho.

– ¿Cuánto dura una sesión, en qué consiste y cuántas se necesitarían y porqué?

Una sesión, es decir, la práctica en sí misma dura unos 45 minutos, más o menos, lo que ocurre es que yo, en mi consulta, le dedico mucho más tiempo a la persona, ya que la comunicación es muy importante, lo que te cuenta etc., pero además, al tener otros conocimientos y estudios (como homeopatía, acupuntura, etc.), sí es necesario, también los aplico.

La sesión se lleva a cabo en la camilla y consiste en una serie de “pases” o “masajes” energéticos por así decir que se le dan a la persona. Pero en ningún momento se le toca a la persona, todo es a nivel áurico. También es cierto que intervienen otros factores, como la luz misma, que también se aplica. Tengo que decir que es algo muy agradable y relajante, para aquellos que no lo conozcan, y no es para nada invasivo. La intención, además de lo anteriormente dicho, es procurar que la persona aumente su nivel de energía, ya que sin ésta difícilmente se puede avanzar.

En cuanto al número de sesiones, normalmente recomiendo nueve como base, porque así se puede tratar todo, además de ir asimilando e integrando la información. Pero, por supuesto, se pueden hacer sueltas, nadie nunca está obligado a nada. Hay gente que al principio viene intensivamente, dependiendo de su estado y lo que quieren alcanzar, y hay otros que acuden esporádicamente, simplemente para mantenerse y encontrase bien.

– ¿Cómo se detecta sí uno está bien o no?

Se detecta dependiendo de cómo esté este “aura” o estos distintos cuerpos sutiles. Cuando el aura está expandida de una forma uniforme, sin que hayan “bloqueos” o “fugas” energéticas, se puede decir que la persona está bien y en equilibrio, por lo menos, para empezar. Evidentemente se tienen que tener en cuenta otros parámetros, como la “apertura” de los diferentes cuerpos, es decir, si están cerrados o comprimidos, o no, y los “chakras” (centros o vórtices energéticos repartidos a lo largo de cuerpo etérico). Los colores del aura o campos también nos están indicando algo, por una parte, la personalidad del individuo, pero por otra también, su estado de salud físico o emocional dependiendo del color en cuestión y de dónde esté.

– ¿Se pueden notar estos “cuerpos”, se pueden ver?

Dibujo de Barbara Ann Brennan

Sí, se pueden notar y también se pueden ver. Ahora bien, en cuanto a lo primero te diría que es una cuestión, evidentemente de sensibilidad, pero también básicamente de entreno y mucha práctica. Al igual que un ciego después de mucha práctica puede leer el sistema “braille” a la perfección, también uno, si práctica y conoce los códigos, puede leer en estos “cuerpos” y notarlos con las manos, como si de agua se tratara. Aprendes a tocar y a reconocer.

En cuanto a verlos, también es posible. De hecho, mucha gente los ve, sin percatarse de lo que están viendo. También eso se puede aprender, y con la práctica llegar a distinguirlos cada vez más. En cuando a mi, yo baso más mi trabajo en lo que percibo con las manos que lo que percibo con la vista. Se podría decir que mis manos son mis ojos.

Me gustaría puntualizar brevemente, que a día de hoy ya existe tecnología capaz de fotografiar y filmar estos “cuerpos” o “aura”. Me refiero a la famosa cámara “Kirlian” y máquina GDV del investigador ruso el Dr. Konstantin Korotkov que se usan, entre otras cosas, con fines médicos.

Un ejemplo de una fotografía del aura con la cámara GDV.

¿Se pueden combinar con otras técnicas?

Por supuesto que sí, la terapia de “armonización” combina a la perfección con otras terapias, ya bien sean psicológicas o físicas. De hecho, he tratado a muchas personas en proceso de “quimioterapia” para paliar los efectos desagradables de la medicación, al igual que para ayudar a la persona en su proceso personal de “curación” o “sanación”. Y luego, cuando han terminado, la armonización y otras técnicas (homeopatía etc.,) les ayudan muchísimo a recuperarse en todos los sentidos, y por su puesto, el ideal es no volver a recaer.

– ¿Se tiene que creer en ello para que funcione?

En absoluto. Estos cuerpos existen, se crea en ellos o no, del mismo modo que tampoco tenemos que creer en la electricidad para que esta funcione. Y ahora me podrías decir que todo el mundo la ve, pero no es cierto, -conocemos la electricidad por sus efectos y porque podemos medir su fuerza- pues del mismo modo ocurre con el “voltaje”, por así decir,  del “aura”. No sólo podemos percibir el efecto que produce en nosotros, sino que, como hemos dicho antes, ya existe tecnología que puede medir sus “efectos”. Hoy en día ya sabemos que hay distintos tipos de energía, sujetos a diferentes leyes, energías más densas y energías más sutiles, pero no por ello, menos poderosas y reales.

– ¿Se puede recibir información de la persona durante la sesión?

Sí se puede, de hecho, en estos cuerpos se halla toda la información de qué y quiénes somos. Nuestros pensamientos, emociones, memorias, energía vital y estado físico y también “nuestra historia personal”, la del Alma. Con esto no estoy diciendo que yo en concreto me dedique a descifrar los códigos particulares de cada uno, pero sí que es posible hacerlo. De hecho, en nuestra aura, se puede leer nuestro código genético, y como he dicho antes, existen “aparatos muy sofisticados” que pueden lograrlo.

– ¿Dónde lo aprendiste y con quién?

Primero de todo me gustaría puntualizar que esta técnica es muy antigua, no es algo que se haya descubierto actualmente, aunque evidentemente, se ha rescatado en los últimos tiempos y ha tomado varias formas distintas en función de quién lo práctica y de quién ha recibido la información. Así que en mi caso, yo aprendí esta técnica hace años, primero con Sandrine Buzenet, una terapeuta francesa, y luego con Marita Viscarro, una terapeuta catalana, maravillosa por cierto, que me enseño prácticamente todo lo que sé. Por su puesto, con los años, he ido implementando mi técnica con mi propia experiencia. Ni que decir tiene, que a medida que uno va practicando, es decir yo en este caso, va aumentando su intuición, es decir, se desarrolla la capacidad de ver y sentir más allá de los cinco sentidos.

– ¿Todo el mundo puede aprender esta técnica?

Por supuesto que sí, siempre y cuando, como en todo en la vida, uno tenga un interés sincero, lo practique y practique y confíe en su sentir.

Confiar en lo que uno siente, sin fantasear o buscar notoriedad, suele ser lo más difícil.

Pero como en todo, también se tiene que sentir esa “llamada”, es decir, igual que cuando uno sabe y siente que es un pintor nato, o bailarín o cualquier cosa por el estilo.

– ¿Qué tipo de pacientes acuden a tu consulta y qué disfunciones tratas más habitualmente?

En verdad acuden todo tipo de personas, de todas las edades. Gente con todo tipo de problemas, desde emocionales, como la ansiedad o la depresión, que pueden ser causa secundaria de alguna enfermedad crónica, o personas que están pasando un proceso de quimioterapia para paliar los efectos devastadores de este veneno, o cuando ya lo han finalizado. Es un buen apoyo para esta gente, tanto a nivel energético como emocional. Cuando han terminado el proceso, les ayudo a recuperar su salud y buen estado.

Como he dicho, todo tipo de disfunciones emocionales, que muchas veces están provocados también por un estado interno de insatisfacción y confusión, por no saber cual es su propósito en la vida o simplemente por no hallar una salida a su situación personal.

También acude gente que simplemente quiere mejorar o mantenerse bien. Cuando estamos bien, cuando nos sentimos plenos, podemos comenzar a sentir que formamos parte de algo mucho más grande. Cuando estamos bien lo contagiamos y estamos bien con los demás, y porque no, estamos mejor con el mundo y evolucionamos espiritualmente. Para avanzar de verdad, en ese sentido, en el espiritual, se tienen que contemplar y cuidar todos los aspectos: el físico, el emocional y el mental, porque sino, sería como intentar entrar en una estancia nueva dejando atrás nuestros brazo o manos en la vieja, o pretender entrar sólo con una pierna. Avanzamos con todos los cuerpos, todos son sagrados y cada uno sostiene a todos los demás.

Resumiendo, por lo general trato:

• Gente durante el proceso de cáncer, como apoyo en los diferentes momentos
• Dolores físicos diversos, ya sean crónicos o recientes (con acupuntura, homeopatía, etc.,)
• Problemas emocionales como la ansiedad, estrés, miedos, angustias, depresión, malestar general, entre otros.
• Personas que buscan un bienestar en general, tanto a nivel físico, como emocional y mental. Aquí se incluye recomendaciones sobre la correcta alimentación, que es la base de todo y es dónde suele empezar la cadena perjudicial.
• También trato a niños, sobre todo con homeopatía

Aquí podéis ver una entrevista que me realiza el equipo de Alquimia TV donde explico en qué consiste la Armonización Energética:

[Vimeo=http://vimeo.com/7901431]

Para pedir consulta en Barcelona, podéis escribirme a: gogo_flint@hotmail.com Un saludo.